Barrancas: un nuevo coto para grupos armados

Conflictos, Criminalidad

Luego de los enfrentamientos que ocasionaron nueve muertes en Barrancas del Orinoco, el 1 de enero, ha ocurrido un interesante cruce de comunicados entre los bandos en pugna. Los documentos comenzaron a correr a través de mensajes de WhatsApp, y finalmente fueron recogidos por El Periódico de Monagas. Este tipo de comunicaciones debe ser visto con escepticismo. Pero, en medio del silencio oficial, es el único referente que existe hasta el momento para entender lo que allí sucede. El primer ataque se lo atribuyó una organización que se identificó a sí misma con el acrónimo A.F.R.O., es decir, son iniciales de una denominación más larga, que hasta ahora no han divulgado. Estos individuos van contra otra estructura, conocida en el sector como el Sistema, o grupo EA, que aparentemente había logrado cierta gobernanza en la población. En otras palabras, los primeros intentan desplazar a sus oponentes de ese punto. Ambas agrupaciones sostienen que no arremeterán contra la población civil, pero de hecho la situación planteada desde principios de año tiene aterrorizados a los residentes. Según la policía judicial, las nueve muertes reportadas en Barrancas tuvieron el propósito de un “ajuste de cuentas”. Fue un hecho orquestado, pues los disparos se iniciaron desde varios puntos en forma simultánea. Todos los cadáveres tenían múltiples heridas por armas de fuego. En una respuesta al primer comunicado de A.F.R.O, los del Sistema indicaron que esa denominación presuntamente oculta a una alianza entre las bandas de Marlon Meza, Zacarías y Toto que operan en las minas del estado Bolívar. De ser cierto, lo ocurrido durante los primeros días del año podría ser la antesala de nuevos hechos de sangre, que se extenderían más allá de Monagas. Mientras tanto, los jefes militares venezolanos parecieran más preocupados por el desarrollo de la votación en Barinas. Hasta allí enviaron refuerzos desde Lara y Miranda. Esta es la prioridad del régimen.