Aspirante de la UNES fue torturado
-El cadáver desnudo de Luis Román Blanco fue rescatado del Guaire el fin de semana
El suceso del día
Rosibel González
@RosibelCGV
El cadáver hallado la mañana del sábado en el río Guaire frente a Ciudad Banesco tenía signos de tortura.
Así lo reveló Andreina Blanco, madre de la víctima identificada como Luis Octavio Román Blanco, un aspirante a policía de 18 años de edad.
Según el protocolo de autopsia, la víctima murió por asfixia mecánica, ese mismo día. Sin embargo, tenía hematomas en varias partes del cuerpo, fractura en la cervical, le abrieron el maxilar inferior con objeto contundente, y además le arrancaron las uñas.
La última vez que Blanco tuvo comunicación con su hijo, fue la noche del martes. El joven dijo que asistiría a la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) en Catia, con el fin de reprogramar la cita para la prueba psicológica.
La madre indicó que, durante la tarde, recibió mensajes de texto presuntamente enviados por su hijo. Sin embargo, apuntó que alguien los escribía por él, debido a la forma de expresarse.
“Finalmente me dijo que tenía que cumplir con una misión, que había conseguido un trabajo. Lo último que me dijo – pero esta vez por llamada-, fue que estaba perdido y que solo identificaba un letrero que decía Autopista Valle-Coche”, indicó la progenitora.
Esa misma noche la familia de Román Blanco acudió a la autopista. Hicieron varios recorridos infructuosos.
La mañana del miércoles, Blanco acudió a la UNES y le informaron que el muchacho nunca se presentó a la prueba, por lo que una comisión la acompañó a la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas para formular la denuncia como persona desaparecida.
La familia dijo además que el teléfono de la víctima se activó el jueves.
“Lo tiene un sujeto que dice ser colector de la línea de autobuses que cubre la ruta Zona Rental – Plaza Venezuela- Charallave. Dijo que se lo había comprado por $5 a un indigente, con las características de mi hijo. Luego, cambió la versión”, relató.
Con esta información, Blanco se dirigió de nuevo a la policía judicial, y los detectives que llevaban el caso le indicaron que no contaban con los equipos para rastrear un teléfono analógico.
Román Blanco era el mayor de cuatro hermanos. Vivía en el barrio Monte Bello, sector La Piedrita Norte de Puerto Ayacucho.