Acribillado funcionario de la Dgcim en La Tahona

El suceso del día

Rosibel Cristina González

Un funcionario de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) fue ultimado a tiros cuando llegaba a una vivienda de La Tahona, El Hatillo.
El mayor Luis Gerardo López Ibarra, de 35 años de edad iba a bordo de una camioneta Toyota, modelo Hylux color blanco, sin placas, con rótulos de la Alcaldía de Baruta. Murió dentro del vehículo, el cual presentó al menos quince impactos de proyectiles.
Un funcionario del mismo despacho castrense reveló que la víctima se dirigía al inmueble identificado con el nombre de Papito. Alli, comisiones de Polihatillo hallaron luego a un cuidador amordazado y maniatado.
Esta vivienda, al parecer, fue asignada para la custodia de agentes de la institución. López Ibarra se había enrolado en la Guardia Nacional, pero tenía varios años en comisión de servicios en la sede de Boleíta.
Los que dispararon usaron armas largas y estaban vestidos de negro, apuntó un funcionario.
El parte policial indica que los agentes de PoliHatillo acudieron a la referida dirección para verificar una situación de secuestro. Eran seis individuos que vestían ropa táctica y usaron un soplete para quitar los seguros de la casa.
El reporte también señala que las cámaras de seguridad captaron cuando los hombres sustrajeron una caja fuerte, que luego fue identificada por su propietaria.
Funcionarios de la policía judicial hallaron varias conchas de proyectiles donde quedó la camioneta. Al sitio también se presentaron comisiones de la Dgcim.

Caso Sebucán

El director nacional de la policía judicial, comisario Douglas Rico, confirmó que la muerte de tres personas en un apartamento de la urbanización Sebucán se produjo por inhalación de gas, proveniente de una fuga.
Camila Beatriz Ayala Fernández, de trece años de edad, fue la primera en caer desmayada la noche del sábado. Su padre Rodrigo Ayala Coll, de 69 años de edad, notificó a un pariente sobre el estado de la menor, e indicó que la llevaría al Urológico San Román, para su evaluación.
Entre tanto, Carolina Fernández Henríquez, de 53 años y directora ejecutiva de la ONG Senosayuda, se había comunicado con una amiga y le pidió que acudiera al inmueble. La familia fue hallada muerta. El matrimonio estaba en su habitación, y un perro junto a ellos, mientras que la adolescente estaba en su cuarto, y un gato en el sofá de la sala.
Esto relató una residente del edificio Murano, quien estuvo presente cuando funcionarios de PoliSucre acudieron al inmueble de la familia, situado en el cuarto piso.
El gas que ocasionó la muerte de esta familia surgió de la tubería que alimentaba a un calentador de agua, según Rico.
“Ayer (domingo) se hicieron las pruebas y confirmamos que fue por la fuga de gas (…) Primero murió el gato, luego la adolescente”, dijo.