Caso Alex Saab: el derecho a conocer versus la noción de un «juicio justo»
Cuello blanco
El 20 de marzo, sufrió un revés el derecho del público en general para conocer los detalles sobre el caso de Alex Saab. Ese día, el magistrado de la Corte Federal del Distrito Sur de Florida Robert Scola acogió la solicitud formulada por el fiscal Kurt Lunkenheimer en cuanto a la necesidad de aplicar una norma que restringe la emisión de información sobre casos penales, cuando están en la fase previa al debate oral. En específico, el juez ordenó a las partes total reserva sobre seis aspectos: los antecedentes del acusado; negociaciones pretéritas o en curso para llegar a un acuerdo de admisión de culpa; confesiones; pruebas hechas al acusado; identidad de los testigos y cualquier opinión sobre la culpabilidad del procesado en función de la evidencia existente. Todo esto en aras de preservar la noción de un «juicio justo». Desde luego, los defensores de Saab apoyaron gustosos esta moción, que de hecho revierte una decisión tomada en este mismo caso por Scola, cuando determinó que Saab no había accionado para sacar de Venezuela a su esposa e hijos, a pesar de que EEUU le ofreció asistencia sobre este particular. Y en consecuencia no había necesidad de preservar el secreto en torno a su entendimiento con la Agencia para el Control de Drogas de EEUU (DEA, por sus siglas en inglés). En la solicitud de la fiscalía, se indicó que el caso del empresario barranquillero ha suscitado enorme atención en el plano internacional. Tanta que, según los defensores del colombiano, durante el acto de presentación de Saab posterior a su extradición desde Cabo Verde (octubre de 2021) “más de 300 personas se registraron en el enlace Zoom para observar”, y muchos de ellos probablemente lo hicieron con el propósito de hacer cobertura periodística. En medio del silencio implantado, las partes de este caso gozarán de mayor margen de maniobra. Sin embargo, al llegar el momento del juicio, quedará al descubierto cualquier nuevo acuerdo. Y desde luego también se sabrá lo realmente sustantivo, que se relaciona con los mecanismos de corrupción aplicados por el colombiano en sus negocios con el régimen de Maduro.