El dinero de la droga
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Twitter: @javiermayorca
¿Cuánto dinero produce la venta de drogas al detal en Venezuela?
Con motivo de una ponencia hecha a finales del año pasado nos propusimos el desarrollo de un modelo de cálculo que nos permita, incluso, tener una noción sobre la magnitud de este comercio en cada región del país.
Tanto este modelo como cualquier otro que se elabore debe partir de ciertos supuestos. En nuestro caso, debido a que Venezuela todavía no es un país plenamente productor, la premisa inicial es que la oferta de drogas al por menor depende de la magnitud de los cargamentos que pasen por el territorio, en ruta hacia los mercados finales de Europa y EE UU. En este sentido, los estimados de organizaciones internacionales varían. Tomaremos los más conservadores, y daremos por hecho que por el país pasan anualmente 150 toneladas métricas de cocaína e igual cantidad de toneladas de marihuana. Omitiremos para este ejercicio las cantidades referidas a opiáceos y drogas sintéticas, cuyos mercados son muy limitados.
Debido al control de cambios, y por razones netamente prácticas, sabemos que los traslados de drogas no se pagan en efectivo sino con porciones de los mismos cargamentos, que son los que nutren en buena medida los mercados locales. Esto deja al año como mínimo entre 15 y 20 toneladas métricas de cocaína con alto grado de pureza e igual cantidad de marihuana. La marihuana no puede ser rendida o «cortada» para rebajar su pureza. En cambio, la cocaína es sometida a por lo menos tres procesos de mezcla antes de que llegue a las calles del país, con una pureza promedio de 20%, según los registros policiales a disposición. Entonces, la cantidad real que se comercia al año de este alcaloide debe ser por lo menos 45 toneladas métricas, con un tope de 60 toneladas métricas. Tomaremos para este cálculo la cifra más conservadora en cuanto a la cocaína, y la más alta en referencia a la marihuana.
Una consulta con ONGs dedicadas a la atención de drogodependientes nos indicó que la porción de 10 g de marihuana convencional costaba en promedio 35 bs. a mediados de 2011. El gramo de cocaína, en cambio, tenía un precio de calle de 75 bs. Ambos precios varían de acuerdo con los vaivenes inflacionarios. Tenemos entonces que en el país son consumidos al año 45 millones de porciones de un gramo de cocaína y 2 millones de dosis de 10 gramos de marihuana.
La venta de ambas drogas produciría 3,44 millardos de bolívares. Esto equivale a poco más de 801 millones de dólares. No todo este dinero es lavado en la banca. Hablamos de pequeños vendedores, que a menudo tienen esta actividad como un trabajo que apenas les permite mantenerse. Pero sin duda que tarde o temprano se produce una acumulación de capital.
Para obtener una regionalización de los réditos pueden tomarse en cuenta muchos indicadores. Quizá el más acertado sería una encuesta nacional de hogares sobre consumo. Pero ante la ausencia de este estudio tomaremos las detenciones por microtráfico que se producen en cada estado. El supuesto aquí es que mientras más droga se vende hay más comerciantes expuestos, y por lo tanto se incrementa la posibilidad de que los detenga la policía.
Las regiones del país donde más capital de droga debió acumularse en 2011 fueron Aragua, Distrito Capital y Miranda, en ese orden. Por cierto, fue en la capital aragueña donde detuvieron hace tres meses a Maximilano Bonilla, uno de los traficantes más buscados en Colombia.
Breves
*Funcionarios de la Dirección Regional de la Magistratura en Lara adelantan una revisión de las credenciales de los abogados que han sido incorporados por órdenes superiores a ese despacho. Encontraron que cinco de ellos tienen títulos falsos, supuestamente emitidos por la Universidad Bolivariana de Venezuela. En Caracas y otras regiones los inspectores han encontrado irregularidades en las constancias de antiguedad, emanadas de gobiernos regionales y municipales que antaño estaban en poder de militantes del Psuv. Con estos documentos obtienen jubilaciones prematuras.
*La ola de invasiones que se vive en el país es producto de la acción concertada de los poderes Ejecutivo y Judicial. El 8 de diciembre, la presidenta del TSJ Luisa Estela Morales ordenó la desaplicación de los artículos 471-a y 472 del Código Penal, referidos a este delito, por considerar que eso forma parte del «control difuso» de la constitucionalidad. Luego, el vicepresidente -y actual mandatario encargado- Elías Jaua hizo una ambigua declaración que no condenaba a quienes usurpen un inmueble. Este fue el detonante de uno de los principales factores de la actual conflictividad social en Venezuela.
*Una directriz interna de la Guardia Nacional, emanada cuando el general Jesús Villegas Solarte comandaba esa fuerza, ordena a los jefes de unidades operativas de todo el país elaborar un listado o censo de las personas que podrían ser «secuestrables» en virtud de sus ingresos económicos, actividad comecial o importancia política. La información sería sistematizada y manejada posteriormente en las dependencias del Grupo Antiextorsión y Secuestros.
*Debido a la recaida cancerosa, el Presidente no ha dado el ejecútese a la reforma a la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada. Hasta ahora, ese instrumento no ha servido para lo que era su propósito inicial, que es el desmantelamiento de las mafias incrustadas en diversos sectores del país. Los cambios al texto tampoco apuntan en ese sentido, sino hacia la facilitación de la persecución a opositores y representantes de organizaciones que hacen críticas al Ejecutivo.