GOES, la superpolicía de Maduro
-El llamado Grupo de Operaciones Estratégicas fue creado en abril para "neutralizar y controlar" a quienes se opongan al régimen
Conflictos, Estrategias
El llamado Grupo de Operaciones Estratégicas (GOES), que intervino en la detención de varias personas que conmemoraban el homicidio del joven Neomar Lander, el 7 de junio, fue creado el 5 de abril mediante un decreto presidencial, en reemplazo de la Brigada Especial contra las Actuaciones de los Grupos Violentos, que no tuvo mayor proyección. Este GOES tiene amplios poderes. Su propósito es “neutralizar y controlar las actividades que pudieran llevarse a cabo relacionadas con las actuaciones de los grupos generadores de violencia”. La conjugación verbal sugiere, entre otras cosas, que los agentes del GOES podrán actuar contra quienes participen en acciones concretas y verificables, e igualmente contra quienes ellos consideren que representan un riesgo para la estabilidad del régimen, aún si esta presunción carece de evidencia factual. Esta entidad no depende de la Policía Nacional Bolivariana, a pesar de que algunos funcionarios de este cuerpo están participando en él. Pero es claro que esta unidad en cierta forma intenta suplir a la extinta Fuerza de Acciones Especiales (FAES). Su “comandante” es nombrado directamente por Nicolás Maduro, y el grupo se encuentra adscrito desde el punto de vista administrativo al ministerio de Relaciones Interiores. El decreto de creación del GOES está redactado en términos tan ambiguos que puede albergar tanto a policías como a militares, e integrantes de grupos armados no estatales. Su conformación es totalmente discrecional. Igualmente, tiene un carácter de supraorganismo, pues está facultado para exigir información a cualquier entidad, civiles o militares, públicas y privadas. Mención aparte debe hacerse a la actuación del alcalde de Chacao, Gustavo Duque, en este episodio. El funcionario argumentó que su intención era procesar a los manifestantes por una falta, pues los jóvenes supuestamente pintaron un mural de Juvenal Ravelo, en la avenida Libertador. Pero lo cierto es que luego entregaron el procedimiento a agentes del GOES. Duque no es nuevo en estas lides. Cuando Ramón Muchacho era alcalde, él era el director de Seguridad municipal. Era la época de mayor conflictividad política en el municipio. Por ende, no puede argumentar un desconocimiento en cuanto a lo que podía suceder. Si el problema es que los manifestantes pintaron las paredes de la vía pública, los agentes municipales también debían actuar ante quienes hicieron lo propio para exigir la libertad del empresario colombiano Alex Saab. Es la aplicación selectiva de la norma, que tanto se ha criticado desde este espacio. Ahora, también ocurre en Chacao.