La reseña de una transición riesgosa

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El asalto al Capitolio en Washington, perpetrado el 6 de enero por turbas que decían seguir al entonces presidente saliente Donald Trump, fue un hecho de extraordinaria gravedad. No solo hizo patente una increíble polarización en un sistema político que hasta entonces parecía impermeable a los extremismos. También lanzó señales de alarma a las principales naciones del mundo. En esas horas cruciales, nos revelan los periodistas Bob Woodward y Robert Costa, por lo menos el máximo jefe de las fuerzas armadas de la República Popular China, general Li Zuocheng, manifestó su inquietud a su contraparte estadounidense, general Mark Milley. Esto significaba, en otras palabras, un estado de alerta militar ante la incertidumbre sobre lo que Trump en ese momento podía ordenar con el arsenal nuclear y las fuerzas militares desplegadas prácticamente en todo el planeta. China no estaba sola en esta preocupación. Lo mismo ocurría con los rusos y los iraníes. Woodward y Costa describen con lujo de detalles esos días de altísima tensión, en las que Milley jugó un rol fundamental, al asegurar a sus contrapartes internacionales que EEUU no haría, como él mismo lo decía, “nada loco, ilegal, inmoral o falto de ética”. El mismo mensaje que oportunamente transmitió a la representante Nancy Pelosi, una de las parlamentarias que tras el asalto promovió un adelanto de la transmisión de mando, ante la evidencia de que EEUU estaba gobernada en ese momento por un mandatario “inestable”. Esos días, dignos de una serie al estilo de Designated Survivor, fueron recreados por los laureados investigadores en su obra más reciente, Peril (Nueva York, 2021). Woodward y Costa no se limitan al relato sobre la última transición presidencial en EEUU, sino que siguen paso a paso el camino recorrido por Joseph Biden hasta el momento en que llega a la Casa Blanca. Los autores muestran, una vez más, el acceso irrestricto a las más altas fuentes de información en la política estadounidense, y son capaces de plasmar toda esa información en un relato sencillo, sin rebuscamientos, de lectura compulsiva. Aunque el relato trasluce cierta simpatía por el hombre que se propuso rescatar el “alma” de los estadounidenses, también pinta la realidad de un individuo que ya no tiene la misma vitalidad de los tiempos en que la opinión pública llegó a sugerir que tenía rasgos del ex mandatario John F Kennedy. Este libro es lectura obligada para quienes deseen estar al día en cuanto a los vaivenes del poder en la principal potencia mundial.