Nueva condena ligada a la corrupción en Pdvsa
-Una corte de Miami sentenció a cuatro años de prisión a un asesor financiero, cuyos manejos quedaron en evidencia durante la operación encubierta Money Flight
Cuello blanco
El viernes 30 de abril, la jueza del Distrito Sur de Florida Kathleen Williams condenó a Gustavo Hernández Frieri a cuatro años de prisión por lavado de dinero con fondos procedentes de la corrupción sistémica en Petróleos de Venezuela. Hernández, de 50 años de edad, fue detenido en julio de 2018 junto a otro hombre ligado a este esquema de legitimación, Mathías Krull, un alemán de 46 años residenciado en Panamá, que visitaba con frecuencia a Venezuela para cuadrar las inversiones del dinero procedente de la estatal petrolera. Este es el resultado de una investigación encubierta adelantada por el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (Homeland Security), conocida como Money Flight, gracias a la cual también fueron encausados los venezolanos Francisco Convit Guruceaga, José Vicente Amparan Cróquer, Carmelo Urdaneta Aquí y Abraham Eduardo Ortega, así como el portugués Hugo Andrés Ramalho y el uruguayo Marcelo Gutiérrez Acosta. Según informaciones dadas a conocer por el Departamento de Justicia de EEUU, tanto Hernández Frieri como Krull negociaron con la fiscalía estadounidense y admitieron una parte de los cargos. Es por eso que al colombiano solo lo sentenciaron a cuatro años de prisión, y probablemente quedará de inmediato en libertad vigilada. Pero esto no ha sido gratis para Hernández. El hombre casi arruina el acuerdo con las autoridades de EEUU al intentar el ocultamiento de ciertos inmuebles presuntamente adquiridos con ganancias de la actividad criminal. Además, ha tenido que dar todos los detalles de su componenda con la red que, según las acusaciones, tenía como eje central a Abraham Ortega, ex director de Planificación Financiera de Pdvsa. Las reuniones en las que Frieri hacía los planes para ocultar el origen ilegal de los sobornos fueron presenciadas por individuos que luego cooperaron con las autoridades. Frieri tenía una empresa de asesoría financiera, Global Security Advisors (GSA), que según explicó serviría como intermediaria para simular unas adquisiciones, y luego devolver el dinero involucrado. En este caso fueron siete millones de dólares, depositados en una cuenta de la banca suiza perteneciente a una empresa manejada por Ortega. “Como dice el refrán, el pez muere por la boca”, sostuvo ante los testigos, que luego transmitirían estas afirmaciones a los agentes. Y fue precisamente esa actitud la que lo llevó al banquillo. Manejaba un dinero cuya procedencia ilegal conocía de antemano. Pero este es apenas uno de los casos que refleja el saqueo a la estatal petrolera. Por eso, quienes deseen entender por qué en Venezuela escasean la gasolina, el gas de uso doméstico y el diésel, no deben mirar tanto al Departamento del Tesoro sino a los tribunales de EEUU.