Policías con fusiles y en pantalones cortos: una informalidad que se repite
-Las imágenes vistas en febrero de agentes Dgcim actuando en ropa deportiva sugieren una peligrosa informalidad que ahora se replica en la Policía Nacional
Estrategias
El lunes 16 de agosto, presuntos agentes de la Policía Nacional Bolivariana armados con fusiles de asalto mataron a Maikel Alexander Lemus durante una incursión en el barrio José Félix Ribas. Los familiares de Lemus se percataron de que eran agentes de cumplimiento de la ley cuando vieron que habían colocado su cadáver en la batea de una camioneta pick up Toyota Hylux, rotulada. De no haber sido por este detalle, hubiesen creído que el homicidio fue cometido por miembros de algún colectivo o una de las bandas que proliferan por el sector. Los familiares de Lemus relataron que los agentes vestían pantalones cortos y ropa civil, sin ninguna insignia que permitiese conocer para qué cuerpo trabajan. Este detalle de funcionarios con fusiles y vestidos con shorts nos remite a un incidente similar, reportado el 23 de febrero, cuando agentes de la Dirección de Contrainteligencia Militar, vestidos con indumentaria deportiva y armados con fusiles, bloquearon la autopista a Guarenas cuando supieron que el teniente del Ejército Franklin Caldera había escapado a sus custodios y presumiblemente se encontraba por ese sector. Aunque los agentes de la Dgcim no están sujetos a la misma normativa que rige a los policías (ellos mismos dicen estar sobre la Constitución), el artículo 66 de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana establece una obligación para los funcionarios en cuanto al uso de los uniformes y equipos de forma visible, con mención expresa al cuerpo al cual pertenecen. Solo se establece una excepción, para los agentes encubiertos y de inteligencia policial, lo que claramente no se ajusta a lo visto en José Félix Ribas. Estas prácticas tienen otro precedente en las llamadas operaciones de Liberación del Pueblo, cuando los funcionarios acudían a máscaras y chalecos sin identificación para ocultar sus órganos de adscripción.