Revelaciones de la hija de un poderoso paramilitar

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Para el común de los venezolanos, el nombre de Daniel Rendón Herrera no dirá demasiado. Sin embargo, Rendón fue un factor clave en el desarrollo de los grupos paramilitares y, en fin de cuentas, de las organizaciones de traficantes de drogas que se erigieron luego de la disolución de los carteles de Cali y Medellín. Fue en esta última ciudad donde Rendón comenzó su carrera criminal, en las filas del temible clan de sicarios conocido como la Oficina de Envigado. A partir de entonces, lo conocerían como Don Mario. La figura de Rendón resulta fundamental para comprender la evolución de la criminalidad en el área fronteriza con Venezuela. No solo por lo que pudo hacer junto a los hermanos Mejía Múnera en el corredor hacia el estado Apure. Más aún, en la formación de un grupo que hizo estragos en Táchira: las Águilas Negras. La información sobre estos personajes rara vez surge de algún libro escrito por ellos mismos. Mi confesión, de Carlos Castaño, es una excepción a la regla. Toca entonces abrevar de los relatos aportados por personas cercanas a ellos. Juan Pablo Escobar, por ejemplo, ha hecho grandes aportes para ampliar el conocimiento público sobre su papá, Pablo. Este es el mismo caso de Mayarleth Rendón, la agraciada hija de Don Mario que este año lanzó en Colombia su primera obra, Descendientes (Bogotá, 2021). Es una interesante aproximación a la figura de quien fuera en su momento el “más buscado” de ese país, pues nos ofrece los contrastes de un hombre que, por una parte, llegó a dominar el inestable entorno criminal colombiano de finales del siglo XX y comienzos del actual, con todo lo que eso implica en términos de violencia y corrupción. Pero, por el otro lado, Descendientes pinta a un Rendón preocupado por evitar que su prole incursionara en el mismo mundo donde él se movía. Esta paradoja no es exclusiva de los mafiosos colombianos. Pero siempre resulta muy interesante, pues nos indica que en el fondo, hasta los peores criminales conservan cierta noción sobre el bien y el mal. Es muy probable que, desde su celda en EEUU, alias Don Mario lance un suspiro de satisfacción al leer las páginas escritas por su hija. Este libro puede ser adquirido en formato electrónico.