Smolansky: Trinidad sacó del país a los testigos de un crimen
Conflictos
El gobierno trinitario debe asegurar la integridad física y el estatus de refugiada de Darielvis Sarabia, cuyo hijo de dieciséis meses de edad, Yaelvis Santoyo Sarabia, murió al ser impactado en la cabeza por un disparo presumiblemente efectuado por funcionarios de la Guardia Costera de Trinidad, el 5 de febrero. Esta es la posición del comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para asuntos migratorios de Venezuela, David Smolansky. El ex alcalde, actualmente residenciado en EEUU, exigió al ministerio público de la isla una investigación profunda sobre lo ocurrido en aguas limítrofes con Venezuela. En esta línea, rechazó la deportación de 35 venezolanos que iban en el mismo peñero con Yaelvis y su mamá. “Esos son los testigos, vieron todo lo que pasó, y ahora están en Venezuela. Eso es muy grave”, dijo. El uso del poder armado de los guardacostas contra una lancha civil ha sido rechazado por organizaciones de derechos humanos de Venezuela y el Caribe. El diario trinitario The Guardian, reveló que los miembros de este cuerpo rigen su accionar por un protocolo conocido como “normas de enganche” (rules of engagement), en el que se prevé la utilización de las armas como “último recurso”. Pero esa no era la situación planteada. Según el especialista en derecho marítimo Francisco Villarroel, el uso excesivo de la fuerza “es evidente en este caso”. Destacó que el propio reporte divulgado por el gobierno trinitario no señala en ningún momento que los emigrantes venezolanos tuviesen armas en la embarcación. “No tenían forma de defenderse contra esa agresión, ni cómo evadirse”, dijo. Sin embargo, Smolansky advirtió que este incidente no perturbará las relaciones entre el régimen de Maduro y el gobierno de Keith Rowley, su principal aliado en el Caribe. En el trasfondo, dijo, prevalecen intereses políticos y económicos asociados a la explotación de gas en las aguas compartidas.