Torturas en la FAN
Blogger
Hay evidencias de que unidades militares han traspasado todos los límites en la defensa de la “revolución”
@javiermayorca
En el expediente sobre el fraude por más de 25 millardos de dólares a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) fue consignada una declaración manuscrita que relata los pormenores sobre la detención de uno de los implicados, José Daniel Stekman Lugo, la noche del 15 de agosto de 2013.
Stekman había visitado el día anterior a su primo, el teniente coronel del Ejército Francisco Mariano Navas, quien ya estaba preso en los calabozos de la Dirección de Contrainteligencia Militar en Boleíta. Navas fue hasta julio de 2013 el vicepresidente de Importaciones del órgano que aplicaba la política para el control de la moneda extranjera en el país.
Stekman no sospechaba que podían apresarlo, toda vez que estuvo en la boca del lobo y no tuvo problemas. Estaba en un edificio de Los Naranjos cuando recibió la llamada de un ex empleado de Cadivi de apellido Giacalone que lo vería para entregarle un informe de gestión de Navas.
Stekman salió a la calle para recibir el documento cuando un hombre que iba en una camioneta Hylux blanca y que llevaba chaleco antibalas se bajó y lo apuntó con una pistola. El sujeto le preguntó su nombre.
“Yo alzo mis brazos con un teléfono en mano y el otro en un bolsillo. Digo mi nombre completo y me montan forzadamente en la Hylux doble cabina, y veo inmediatamente a Giacalone esposado y con vendas en los ojos”, recordó.
Antes de que lo esposaran y le vendaran los ojos a él también, Stekman vio que en la camioneta iban en conductor y otras tres personas, además de Giacalone.
“¿Esto es un secuestro?”, preguntó.
“Depende”, le contestó uno de los captores.
“¿Me van a matar?”, inquirió nuevamente.
“Colabora y nada te va a pasar”, fue la respuesta.
Stekman fue llevado a una quinta de dos plantas,con fachada y portón blancos, ubicada en una urbanización cerca del Cigarral. Allí, según su relato, fue amenazado de nuevo: “Colabora o estás muerto”.
A continuación lo colocaron en una silla y le llovieron golpes y preguntas al mismo tiempo: que dónde están los dólares, las casas y los carros. Como no daba una respuesta satisfactoria, lo esposaron a la baranda de una escalera, de manera que debía permanecer en cuclillas, sin poder sentarse o estar plenamente erguido. Lo amordazaron con un trapo amarillo.
Así pasó Stekman su primera noche en cautiverio, hasta que las piernas no podían sostenerlo más.
A la mañana siguiente, el detenido comenzó a llorar y uno de sus captores lo golpeó con la cacha de un arma.
“Les supliqué hasta que me mataran, y solo me dijeron: Si colaboras, vives”, recordó.
Cuando ya tenía un día en cautiverio, Stekman fue sacado de la vivienda y llevado nuevamente al lugar donde fue capturado. Después, los supuestos funcionarios recibieron una orden telefónica y lo llevaron finalmente a Contrainteligencia Militar, donde permanecería el fin de semana, en medio de intensos interrogatorios.
El «mensaje» a Nieto Quintero |
En su declaración, recordó que una de las patadas que le propinaron le partió una prótesis dental. En las semanas siguientes tuvo problemas para comer.
En la actualidad, Stekman permanece recluido en el retén Fénix del estado Lara mientras lo procesan por una supuesta complicidad en legitimación de capitales. La evidencia clave es un bolso repleto de dinero que encontraron durante un allanamiento. Antes de presentarlo en tribunales, lo obligaron a firmar una declaración cuyo contenido él desconoce.
Un procedimiento similar al visto en este caso fue aplicado con el capitán disidente de la Guardia Nacional Juan Carlos Nieto Quintero, en abril de 2014. Las lesiones a este oficial retirado fueron documentadas en un examen forense. La captura de Nieto fue presenciada por su propia esposa.
Con los oficiales de la GN procesados por el llamado golpe Fénix, en 2015, la receta fue distinta: confinamiento en celdas estrechas e iluminadas excesivamente para que el detenido no pudiera dormir, aderezado con interrogatorios cada 2 horas, hasta que se quiebra la entereza psicológica.
Breves
*La División contra Robos de la policía judicial inició una averiguación sobre el asalto sufrido por dos coordinadores del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap) en Manicomio, el lunes a las 8 pm. Las víctimas fueron interceptadas por un vehículo Malibú, del que descendieron dos hombres armados quienes se apoderaron de Bs 2,64 millones, producto de la venta de bolsas cargadas con productos de consumo masivo. La actividad alrededor de los Clap guarda un creciente atractivo para los antisociales. En Acarigua fue reportado un robo similar en agosto, cuando los miembros de un comité local contaban el dinero en una casa. Por otra parte, los camiones donde son llevadas las bolsas para la venta deben ser escoltados por motorizados de la Guardia Nacional, pues de lo contrario son saqueados, tal y como ha sucedido en Zulia y Apure.
*El plan nacional antisecuestro anunciado por el ministro de Relaciones Interiores, mayor general Néstor Reverol, pareciera que todavía no surte el efecto deseado. El septiembre, cuando comenzó esta iniciativa, fueron reportados más de 34 plagios en todo el país. Aragua, Carabobo, Guárico y los municipios de Barlovento fueron los lugares donde reportaron la mayoría de los casos. Es probable que algunas bandas de Distrito Capital hayan migrado hacia estas zonas, en virtud de la iniciativa gubernamental. La situación es especialmente crítica en Barlovento, donde las arremetidas de las bandas comunes, como la que asaltó el autobús del equipo de fútbol Trujillanos, se mezclan con las de grupos más organizados, cuyos líderes y lugartenientes están plenamente identificados.
*El 29 de septiembre, el coronel Boris Orlando López, director general de la estatal Cemento Andino SA, solicitó la ayuda del comandante de la zona operativa de defensa integral del estado Trujillo, general de división Randall Rivas, a los efectos de investigar la ola de extorsiones contra los trabajadores de esta empresa, quienes además residen en los alrededores de la instalación. Según el funcionario, no solo hay llamadas amenazantes contra los empleados por supuestos líderes de bandas criminales, sino que esto ya ha pasado al cobro efectivo de las “vacunas”. En consecuencia, muchos de los afectados han optado por renunciar y marcharse de la localidad.
*En septiembre el país rebasó la barrera de los 16.000 homicidios dolosos. Esta cifra no incluye las muertes en retenes o internados judiciales. Tampoco a las muertes como consecuencia de supuestos enfrentamientos con policías ni un importante porcentaje de decesos en casos de tránsito. El ministerio de Relaciones Interiores maneja este dato. Técnicos de esa dependencia proyectan una cifra mínima de 24.000 homicidios y un tope de 26.000, toda vez que durante el último trimestre del año la violencia interpersonal se incrementa. Según cálculos independientes, la tasa de homicidios en Venezuela para 2015 fue de 90 por cada 100.000 habitantes, lo que hace del país uno de los más violentos del mundo, junto con El Salvador.
El otro bachaqueo |
*La foto que acompaña este breve es una reproducción de la calcomanía utilizada por bandas criminales de Lara para indicar los vehículos que han pagado extorsión o “vacuna”. En este caso, el grupo referido es liderado por alias Bachaco. El 29 de septiembre, efectivos del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestros de la Guardia Nacional detuvieron a siete integrantes de la banda cuando supuestamente intentaban cobrar medio millón de bolívares para devolver una motocicleta robada en Humocaro Bajo. El yugo de estos delincuentes ha llegado a extremos en que los transportistas de alimentos deben pagar una cuota periódica para garantizarles su seguridad. Una práctica similar es aplicada por otros grupos criminales contra el sector de transporte público y de carga en Zulia y Mérida.