Una nueva revisión al asesinato del máximo líder paramilitar

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La muerte del máximo líder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño, ha sido el centro de un sinfín de libros y reportajes periodísticos. En El cartel de los sapos, Andrés López sostiene que detrás de este complot estaba su propio hermano Fidel, que le disputaba el liderazgo de una organización en la que la violencia política se mezclaba con las componendas propias de las organizaciones de traficantes de drogas. A todo evento, el “comandante” dejó de existir en un paraje del Urabá, el 16 de abril de 2004, como consecuencia del ataque de un grupo surgido de las propias filas de las AUC. Una historia que, con toda probabilidad, veremos replicada en la cadena de asesinatos perpetrados en Venezuela contra líderes de la llamada Nueva Marquetalia, como Seuxis Paucías Hernández, alias Jesús Santrich, y más adelante Henry Castellanos, Romaña. Dieciocho años después de aquellos sucesos, que sin duda marcaron la vida de Colombia, y en alguna medida también la de Venezuela, Antonio Rafael Sánchez Sánchez lanza su propio recuento. Hermanos de Sangre. Las historias detrás de la muerte de Carlos Castaño (Bogotá, 2022) es un interesante relato periodístico, que se sumerge en las disputas intestinas de la estructura que se formó en diversas partes de Colombia, a menudo con la cooperación del propio Ejército, con el propósito de hacer contrapeso a las guerrillas izquierdistas, y en especial a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Con el pasar de los años, y los aportes de entidades como la Comisión de la Verdad, se pudo confirmar la presunción de que, tanto guerrilleros como paramilitares, llegaron a aliarse en la búsqueda de las ganancias de la industria de las drogas. Sánchez esperó el momento apropiado para contar la historia que conoció gracias a testimonios de primera mano, entre ellos el del propio Castaño Gil, así como el de individuos como Diego Murillo (Don Berna), responsables en sí mismos de otros tantos baños de sangre. Igualmente, y luego de una búsqueda de más de una década, el reportero entrevistó al hombre que supuestamente apretó el gatillo contra quien había sido su máximo jefe. Hermanos de sangre es un interesante aporte a la historia de los paramilitares, y en general de la vida política colombiana. De estas páginas, otro estudioso de la violencia en el vecino país, Gustavo Duncan, rescata la capacidad del autor para poner en su justa dimensión los matices marcados por las personalidades de los principales actores y sus entornos. Al final, nos dice Duncan, esto marca una diferencia entre la vida y la muerte, el éxito y el fracaso. Este libro también puede ser adquirido en formato digital.