Iglesia: mafias aprovechan el dolor de quienes quieren salir del país
-“Algunos emigrantes son movidos con ofrecimientos engañosos, que terminan en trabajos inexistentes. Todo eso lleva a nuevas formas de esclavitud”, advirtió el obispo de Delta Amacuro, monseñor Ernesto Romero
El suceso del día
Especial Crímenes sin Castigo.-
El obispo de Delta Amacuro, monseñor Ernesto José Romero, afirmó que lo sucedido el fin de semana con un grupo de emigrantes venezolanos es el producto de la actividad de grupos dedicados al tráfico ilícito de personas, que ofrecen “una travesía sin retorno”.
Sostuvo que en ese estado al oriente del país operan organizaciones “que se aprovechan del dolor de quienes deciden salir del país”.
“Algunos (emigrantes) son movidos con ofrecimientos engañosos, que terminan en trabajos inexistentes. Todo ello lleva a las nuevas formas de esclavitud moderna: la prostitución y el trabajo no remunerado”, sostuvo.
Según la gobernadora de Delta Amacuro, Lizeta Hernández, una embarcación que había zarpado de La Horqueta, al norte de Tucupita, naufragó en aguas venezolanas frente a Trinidad. Hasta ahora, han sido recuperados nueve cadáveres, y otros siete ocupantes fueron rescatados el fin de semana.
“Emigrar es un derecho que tenemos todos. Sucede en países que registran crisis en todos sus esquemas: sociales, políticos y económicos. Lo que no es correcto, son la maneras que se buscan para las salidas. Exponerse a situaciones inseguras”, dijo la máxima autoridad eclesiástica del estado.
Explicó que los emigrantes no salen en transportes convencionales.
“Se trata de embarcaciones algunas veces improvisadas y desprovistas de todo sistema de seguridad. Aunque en la entidad se manejan tres tipos de embarcaciones: las de fibra de vidrio, las curiaras para desplazamiento local y las de madera, conocidas como balajú, estas últimas son las menos indicadas para navegar en altamar”, añadió.
Para Romero, estas organizaciones solo ofrecen “una travesía sin retorno, para el tráfico ilícito de personas”.
Según el director de FundaRedes, Javier Tarazona, las organizaciones para el traslado clandestino de emigrantes cobran entre 200$ y 300$ por persona. Parte de ese dinero queda en poder de autoridades corruptas, tanto en el punto de partida como en el de llegada.
La Horqueta, al norte de Tucupita, es un asentamiento de personas que, según Romero, proceden en su mayoría de Margarita y del estado Monagas.
“Es una comunidad muy católica y de buenos principios. Su fuente de economía se genera a partir de la cosecha y la pesca, pero estas fuentes ya no generan los mismos ingresos que sustentaban a esas familias antes del 2014”, aseveró.