Nuevo homicidio en El Guarataro
-Carlos Sánchez fue ultimado con disparos en la cara. Es el cuarto hermano de la misma familia víctima de la violencia criminal en Caracas
Criminalidad, El suceso del día
Especial Crímenes sin Castigo.-
Un nuevo homicidio ocurrió en El Guarataro, apenas tres días después de la muerte e incineración de una mujer en la vía pública de ese sector caraqueño.
El cadáver de Carlos Alberto Sánchez Ascanio (27) fue hallado a las 10:00 am del lunes, dentro de un contenedor de basura situado en el sector El Atlántico del referido barrio. Tenía múltiples impactos de bala en el rostro.
Cuando los agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) levantaban el cadáver llegó la madre de la víctima, Rosa Ascanio.
“No tenía cara. Lo reconocí por la ropa que llevaba del día anterior”, recordó.
Ese lunes, vecinos le informaron que la noche anterior funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional (FAES) ingresaron a la residencia de Sánchez Ascanio -en la parte alta de La Acequia- y lo montaron en una camioneta doble cabina, blanca y rotulada. Una hora más tarde, lo dejaron nuevamente en la puerta del inmueble.
“La gente me dijo que, después, unos motorizados lo llamaron a gritos. Mi muchacho salió y lo obligaron a montarse en una moto. Los vecinos no lo volvieron a ver. Al día siguiente, supe que la gente rumoraba sobre un cuerpo tiroteado, que estaba dentro del basurero. Cuando subí, ya la policía se lo estaba llevando. Yo no vivía con él, pero a diario le dejaba su comida”, relató.
Ascanio comentó que la F.A.ES hizo una razzia luego del asesinato de Daysi Salcedo Pérez (16), la madrugada del sábado.
“La policía lo soltó porque no tenía nada que ver en eso. Pero los malandros pensarían que les estaba dando información y por eso se ensañaron con él. Todos dicen que fue la misma banda que mató a la muchacha”, afirmó.
La mujer reveló que este ha sido el cuarto hijo que pierde debido a la violencia criminal en Caracas.
“Por éste último, me tengo que ir del barrio. Aunque el resto de mis hijos no viven conmigo, tengo que velar por mi vida”, concluyó.