Los cultivos de coca en la puerta de Venezuela
Drogas
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés) presentó su último informe con el monitoreo de los territorios afectados por cultivos ilícitos. El documento refleja la situación evaluada durante 2020, cuando continuó la tendencia a la reducción del número de hectáreas afectadas por plantíos de coca (por tercer año consecutivo). Paradójicamente, se ha incrementado el potencial de producción de cocaína, hasta un estimado de 143 toneladas métricas. De acuerdo con la evaluación, esto es consecuencia del mayor rendimiento promedio de la hoja de coca fresca. Igualmente, los laboratorios para la producción de droga “son de mayor tamaño y cuentan con mayor eficiencia de conversión, uso de sustancias químicas, tiempos en los procesos y empleo de personal”. Siete de los diez enclaves productivos más importantes se encuentran en el departamento Norte de Santander, fronterizo con Venezuela. Son La Gabarra, Vetas de Oriente, Filo Gringo, El Tara, El Aserrío, Pacheli y Versalles. Entre todos, suman 19,5% del total nacional. Eso explica por qué es cada vez más frecuente la incorporación de venezolanos en el cultivo y la cosecha de la coca. Una situación que impactará negativamente la seguridad del país en el corto plazo, tomando en cuenta además que son predios en disputa por tres grandes grupos armados: las FARC-EP de Gentil Duarte, el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).