Comienzan las revelaciones en caso de drogas contra la cúpula de Nueva Marquetalia
-Un sobrino de Iván Márquez y el propio Jesús Santrich aparecen involucrados directamente en una conspiración para llevar cocaína a EEUU, a través de Venezuela
Drogas
Por primera vez, la justicia estadounidense admite la muerte en Venezuela de Seuxis Paucías Hernández, alias Jesús Santrich. Lo hizo de forma tangencial, mediante la referencia a un reporte publicado en mayo de 2021 por el New York Times, basado en datos aportados por “oficiales venezolanos”. Quien fuera segundo al mando de la disidencia de las FARC conocida como Nueva Marquetalia murió, según estos reportes, en el mismo municipio del Zulia donde recientemente se informó el asesinato con explosivos de Miguel Botache Santanilla, alias Gentil Duarte, máximo líder de otra de las disidencias. De manera que Zulia ha sido uno de los teatros más importantes del conflicto entre las distintas facciones guerrilleras que desconocieron el acuerdo de paz de La Habana. El documento donde se hace la referencia a la muerte de Santrich, suscrito por el fiscal neoyorkino Damian Williams, forma parte de una extensa respuesta de la parte acusadora ante los cuestionamientos formulados por Fabio Simón Younes y Armado Gómez, coacusados de conspirar para traficar drogas con Hernández Solarte, y con Marlon Marín, sobrino de Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, máximo representante de NM. Este juicio, por lo tanto, apunta a la cúpula de una de las guerrillas que permanecen alojadas en Venezuela. En la investigación, dos informantes de la Administración para el Control de Drogas de EEUU (DEA, por sus siglas en inglés) convencieron al grupo de Younes, Gómez y Marín de que eran enviados del Cartel de Sinaloa. Las reuniones para pactar los envíos de cocaína de las FARC comenzaron el 20 de junio de 2017 en el lobby de un hotel de Bogotá. En este encuentro, Younes Arboleda presumió de sus nexos con Mohammed Bazzi, un financista de la organización Hezbollah, así como con “políticos de alto nivel en Venezuela”. Y continuó hablando: “La mayor parte de la mercancía en Venezuela pertenece a las FARC”. Desde luego, se refería a la cocaína. Posteriormente, de acuerdo con este documento de la fiscalía de Nueva York, Younes explicó que alias Iván Márquez maneja los mercados de Europa, Medio Oriente, Asia y África. El 10 de julio de ese mismo año hubo otra reunión. Fue en el aeropuerto El Dorado de la capital colombiana. Entonces, comenzaron a hablar sobre el hipotético envío de una tonelada. Allí el sobrino de Iván Márquez hizo alarde de sus contactos con “los soles” venezolanos. Para corroborar la calidad de la droga, negociaron una primera muestra de cinco kilos, elaborada en Tumaco, una localidad del pacífico colombiano fronteriza con Ecuador.
En agosto, cuando el proceso estaba más avanzado, Santrich se involucró. Primero, mediante conversaciones telefónicas, y luego en persona. Durante una de las reuniones, incluso, entregó a uno de los informantes un recado para un histórico de los carteles mexicanos, Rafael Caro Quintero: “Para Don Rafa Caro, con aprecio y esperanza de paz. Santrich”.