Continúan los conflictos en Inparques
Conflictos
El Instituto Nacional de Parques (Inparques) ha emprendido la formación de una nueva camada de integrantes del llamado “cuerpo civil de guardaparques”, a través del cual se intenta ejercer labores de vigilancia en los espacios bajo su responsabilidad. En este proceso, han surgido quejas debido a lo que aparentemente es un énfasis muy marcado en los aspectos de capacidades físicas de estos vigilantes, dejando de lado lo que debería ser la configuración de un grupo destinado a la preservación y buen disfrute del recurso natural. En julio, el sindicato de empleados de Inparques recibió quejas por la rigurosidad de las pruebas de resistencia. Ya en este mismo espacio se había informado sobre las críticas de un sector de la institución a la activación de un cuerpo parecido a una policía de parques, aunque sin contar con las facultades legales para esto. En diciembre de 2021, el Ministerio Público procesó la denuncia de un usuario del Ávila, lesionado al recibir golpes con un tubo por parte de un vigilante uniformado de este grupo. Previamente, otro vigilante fue señalado por supuestos actos lascivos a una mujer. Frente a tales denuncias, que configurarían faltas graves o delitos, la reacción de la jerarquía pareciera ser la transferencia a cargos administrativos.