El hampa vuelve al subterráneo
-Los robos y hurtos ahora son a diario, tanto en los trenes como en los andenes y alrededor de las estaciones del principal sistema de transporte de la capital
Criminalidad
A finales de junio, advertimos en una nota del día de crimenessincastigo.com sobre el incremento de la criminalidad en el Metro de Caracas. Para ese momento, según la asociación civil Familia Metro se recibían reportes de veinte hechos delictivos al mes en las instalaciones del subterráneo. Esto ha ido en aumento. Los delitos han aumentado tanto en frecuencia como en violencia. El 30 de julio, por ejemplo, individuos armados asaltaron a una usuaria de 29 años de edad en el andén de la estación Pérez Bonalde. Una semana antes, tres sujetos sometieron mediante fuerza física a un funcionario que iba de civil. El forcejeo comenzó en el andén de la línea 1 de la estación Capitolio, y continuó en el interior del vagón, hasta que la víctima fue despojada de su teléfono celular. Todo esto sucede en medio de un creciente descuido de las instalaciones, y una ausencia de vigilancia. Los charleros, cantantes, mendigos y vendedores de cualquier chuchería se adueñaron del subterráneo. Son tantos que han tenido que distribuirse los segmentos de la ruta. Uno de estos buhoneros explicó que él solo puede ofrecer sus caramelos entre Chacaíto y Propatria, pues sus competidores lo han amenazado con robarle la mercancía si irrumpe en el “territorio” de ellos, que está entre Chacaíto y Petare. En el Metro también están recalando individuos que han salido de las prisiones y los retenes policiales con motivo de la “revolución” en el sistema judicial, decretada por Maduro. Ellos mismos lo explican, luego de cantar alguna pieza de hip-hop. Estas prácticas permanecían aplacadas durante la pandemia, pero han vuelto con más fuerza, estimuladas por el deterioro socioeconómico.