El mundo de los «traders» al desnudo

-La "opera prima" de dos periodistas especializados en el mercado petrolero revela los detalles del oscuro medio en el que se mueven los intermediarios de bienes y servicios como Alex Saab, sin fronteras y a menudo atenidos solo a las leyes del mercado

Crímenes sin castigo | 17 de octubre de 2021

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El primer libro de Javier Blas y Jack Farchy comienza con la inquietante historia de Ian Taylor, director ejecutivo de Vitol, que hasta el sol de hoy es vista como la corporación más importante en cuanto a la colocación de petróleo y sus derivados. Los periodistas, especializados en la cobertura del mercado energético mundial, aseguran que sin el concurso de este británico hubiese sido prácticamente imposible para la resistencia libia el derrocamiento del régimen del coronel Muammar Gaddafi. Una “empresa” que comenzó en 2011 con un discreto viaje del ejecutivo de Vitol a Bengazi, y que desató la tormenta conocida como “primavera árabe”. Sin embargo, de acuerdo con los investigadores, la élite de traders a la que Taylor pertenece -junto a individuos muy recordados en Venezuela como Marc Rich- en realidad está motivada por la obtención de ganancias económicas, y no por la participación activa en los procesos políticos. Paradójicamente, lo que Taylor y Farchy relatan en The World for Sale. Money, Power and the Traders Who Barter the Earth’s Resources (Nueva York, 2021) revela cómo es la interacción entre los poderes económicos y políticos. Aunque los traders o intermediarios en teoría no participan directamente en la producción de bienes y servicios, tienen una participación esencial en los mercados globalizados, actuando como facilitadores de acuerdos entre productores y destinatarios, organizando embarques, financiando las adquisiciones y, en fin de cuentas, enlazando a los compradores con los vendedores alrededor del planeta. En ese sentido, la Guerra Fría, tanto como las sanciones actuales y las guerras civiles, no son más que barreras o riesgos incrementados, que alejan a los novatos y dejan el camino abierto a sujetos como Theodor Weisser o el gigante Cargill, que supieron tender puentes para amasar enormes fortunas de las crecientes necesidades del bloque pro soviético, como parte de una cartera de clientes que abarcaba a todas las ideologías. El mundo de los intermediarios, nos cuentan los autores, está lleno de secretos y maniobras para eludir cualquier supervisión. Este es un libro dedicado entonces a sujetos como Alex Saab, que aprendieron a moverse a la sombra del poder, y casi siempre a beneficiarse de él.

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