El trampolín hondureño rebota nuevamente en Venezuela
-En el proceso que se inicia contra el ex presidente Juan Orlando Hernández ya surgen datos sobre vínculos con grupos venezolanos
Drogas
Otro caso que debe ser visto en detalle es el relativo al ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández. Este hombre rigió los destinos del país centroamericano durante dos períodos consecutivos. Empezó en 2014 y finalizó en 2022. Honduras ha sido un importante punto de paso para la cocaína que partía -y parte- de Venezuela. Por allí pasaría el alijo negociado por los sobrinos de la pareja presidencial, Franki Flores de Freitas y Efraín Campo Flores, quienes fueron aprehendidos por autoridades haitianas y entregados a la DEA en noviembre de 2015. En la Honduras de esos años, varias organizaciones se dedicaban al tráfico de drogas. La más conocida era Los Cachiros, un grupo de ganaderos de las regiones Olancho y Colón que aprovechó sus nexos con la política y los cuerpos de seguridad para enriquecerse sirviendo como trampolín de los alijos enviados por los carteles Norte del Valle y el Clan Úsuga, y acercarlos a la gente de Sinaloa, en México. En marzo de 2017, el rotativo El Heraldo de Tegucigalpa revelaba que el hijo del ex presidente hondureño Fabio Porfirio Lobo, también enjuiciado por tráfico de drogas, afirmó durante una audiencia en la corte del Distrito Sur de Nueva York que Flores y Campo tuvieron relación con esta organización. Ahora, Los Cachiros surgen nuevamente a la palestra, debido a los sobornos presuntamente entregados al entorno del ex mandatario Hernández, para permitir que los cargamentos de cocaína pasaran incólumes. La solicitud de extradición presentada por EEUU a la justicia hondureña indica que Hernández probablemente se benefició del paso de 500 toneladas de cocaína procedentes de Venezuela y Colombia.