Granadas y uniformes
Criminalidad
Uno de los delitos que ha incrementado su frecuencia durante los lapsos de cuarentena radical ha sido la extorsión. Muchas de las víctimas son comerciantes que se han aventurado a abrir sus puertas, violentando alguna disposición de cualquier nivel de gobierno (central, estatal o municipal) y que luego son presionados para que entreguen dinero a cambio de quedar indemnes. En Bello Monte, relata el defensor de DDHH Rafael Uzcátegui, hay dueños de locales que deben entregar hasta un tercio de sus ganancias para que les dejen trabajar en la cuarentena. Algo similar sucede en los locales de la avenida Victoria. “La práctica de cobrar a los restaurantes se ha generalizado durante la pandemia, pues en caso contrario aparecen personas sin tapabocas ni medidas de bioseguridad que ameritan el cierre”, explicó. Junto a esto, están las bandas criminales que mantienen asolados a los dueños de locales en estados como Lara, Mérida y Zulia, donde el lanzamiento de granadas se ha convertido en una moda. Durante los primeros nueve meses de 2020, en plena cuarentena radical, han sido iniciadas 274 averiguaciones por extorsión. Esto rebasa en más de 33% el total de denuncias recibidas y procesadas durante todo 2019. Tal y como ha sucedido con otros delitos, a partir de julio comenzó una especie de repunte, que ha llevado las cifras prácticamente a los mismos niveles que existían antes de la alarma nacional decretada en marzo.
PS.: luego de la publicación de esta entrega en runrun.es y talcualdigital.com, el jueves 26 de noviembre, se conoció que la alcaldesa del municipio Guaicaipuro (Los Teques) Wisely Álvarez, destituyó a su director de Seguridad, al tiempo que admitió la existencia de redes policiales que cobran por vigilar a los comercios en la capital mirandina. En las redes sociales, el público se burló de esta declaración, por considerar que se vendió como un gran hallazgo algo que prácticamente es un lugar común. No obstante, es una comprobación fehaciente del auge de la extorsión, en especial por quienes están investidos de alguna autoridad.