Hasta nueve días tardan para entregar los cadáveres de la Cota 905

El suceso del día

Especial Crímenes sin Castigo.-

En la morgue de Bello Monte se incrementan las quejas por lo que consideran retardos innecesarios en la entrega de los cadáveres de los individuos caídos durante la operación Gran Cacique Guaicaipuro.
Según la orden emitida por el Ministerio de Interior, Justicia y paz, el organismo forense de Bello Monte solo debe entregar seis cuerpos diarios, que deben ser custodiados por comisiones de la Policía Nacional hasta los cementerios. Sin embargo, los familiares se han quejado pues aguardan desde la semana pasada para llevar a cabo los entierros, con lo que ya suman nueve días.
Así lo refirieron parientes de Edwin Gámez (24); Said López (35); Mario Antonio Brazón Contreras (34) y Luis Miguel Valdés Coba (27). Estos dos últimos, pagaron condena por homicidio y estaban en libertad bajo presentación.
“Él estaba en su mundo, por más que le di consejos, me decía que estaba más seguro en la cárcel (Yare I); porque sabía que al salir en cualquier momento lo iban a matar, y así paso. Yo vi su cuerpo con un tiro en la cabeza, en un terreno montañoso. Había varios policías, así fue que reconocí a mi hijo”, dijo Iris Coba, madre de Valdés Coba.
Onnerys Contreras también reconoció que su hijo Brazón Contreras tenía vínculos con la organización delictiva de la Cota 905.
La imagen de Said López fue divulgada por primera vez mientras estaba en el club de la Policía Nacional, junto a otros integrantes de la referida banda, que se apoderaron de esas instalaciones en marzo.
Ya suman 41 sujetos ultimados por cuerpos policiales desde el inicio de la Operación Gran Cacique Guaicaipuro, desplegada en varias parroquias de la capital y el estado Miranda, para dar con la ubicación de los cabecillas de la banda liderada por Carlos Revette, alias Koki.

Ultimado en Coche

El viernes 9 de julio, en el sector La Laguna de Coche, funcionarios de la PNB ultimaron a Danyelo Jesús Mendoza Angulo (30) en un presunto enfrentamiento.
El hombre trabajaba en las caballerizas del hipódromo La Rinconada, y en las tardes en el Seguro Social de Petare, como jardinero.
Los fines de semana era contratado como DJ en fiestas familiares y corporativas. “La policía se llevó su teléfono, computadora y el equipo con el que mezclaba. Le dieron un tiro en la cabeza”, relató la familia.
Mendoza Angulo deja una hija de 4 años de edad y era el menor de cinco hermanos. El hecho ocurrido a las 6:00 pm, cuando llegaba del trabajo.