La burundanga, otra vez de moda
-El caso del animador Leonardo Villalobos es apenas uno más dentro de una lista creciente de víctimas de ataques con escopolamina
Criminalidad
El testimonio divulgado el 10 de marzo por el animador Leonardo Villalobos confirma que continúa el uso de drogas en los centros comerciales con el propósito de perpetrar robos u otros delitos. De acuerdo con su relato, fue interceptado por un hombre mientras él hablaba por teléfono y caminaba, en espacios del Centro San Ignacio. El hombre intentó entablar una conversación con él, sin dejar de estrecharle la mano. “Noté que venía con un cuento medio raro (…). Le quité la mano pues no me la quería soltar, y seguí mi camino”, recordó. Poco después (“veinte pasos más adelante”), Villalobos comenzó a sentirse mal. Volteó y se percató de que el hombre lo seguía. Pidió ayuda a un oficial de seguridad del centro comercial, pero no la recibió. Así que a duras penas contactó a su equipo de producción, para que lo buscaran. En este trance, Villalobos señaló al hombre que lo interceptó, pero los vigilantes del centro comercial no actuaron. Finalmente, fue llevado a instalaciones de Salud Chacao, donde se recuperó. Aunque no se ha confirmado desde el punto de vista forense qué sustancia de pudieron suministrar al animador, por los síntomas se presume que fue escopolamina, una droga de origen vegetal, popularmente conocida como burundanga. El febrero, el director de la policía judicial, Douglas Rico, informó sobre la captura de dos hombres señalados de perpetrar robos en Quinta Crespo con el mismo procedimiento que aparentemente aplicaron contra Villalobos. En 2022, se conocieron casos similares en el sector El Recreo de Caracas y en centros comerciales de Barquisimeto y Acarigua. En la etapa prepandémica, la escopolamina era usada en locales nocturnos, con el propósito de llevar a las víctimas a sus viviendas y robar sus pertenencias. En ocasiones, además, estas personas eran objeto de delitos sexuales.