El hampa vuelve por sus fueros en la UCV
-A pesar de la intervención de Miraflores, este año la media de delitos se duplicó en la principal casa de estudios del país
Criminalidad
La manifestación llevada a cabo el 20 de marzo en predios de la Universidad Central de Venezuela contribuyó a visibilizar la creciente inseguridad en esa casa de estudios. Dentro de esta situación, las más afectadas son las integrantes de sexo femenino de la comunidad educativa, es decir, estudiantes, empleadas administrativas, obreras y docentes. El caso que detonó la protesta fue el abuso sexual a una estudiante, en la tercera semana de este mes. Según las autoridades, hasta el momento no se ha formalizado la denuncia que impulsaría las averiguaciones penales por parte de la policía judicial. Al margen de esto, las propias manifestantes se quejaron por la repetición de estos hechos. La Fiscalía anunció la designación de una abogada para sustanciar los expedientes. Esto implica que, tarde o temprano, las víctimas tendrán que dar la cara. La intervención del gobierno central en los espacios del campus no ha parado la delincuencia. Las cifras manejadas por los cuerpos policiales así lo indican. En 2022 hubo un promedio de casi cuatro delitos por mes en los espacios de la UCV. El 4 de diciembre, incluso, fue ultimado a tiros un hombre frente al área de Emergencia del hospital, en lo que Cicpc calificó como un “ajuste de cuentas”. Entre enero y febrero han sido reportados veinte delitos, es decir, la media de casos se elevó en más de 100%. Los ilícitos se reproducen en todos los espacios, tanto en las aulas como en los espacios abiertos. Como sucedía antes de la pandemia, las vías de acceso desde Los Símbolos y el estacionamiento son los escenarios preferidos por el hampa.