Una serie para los maratones navideños

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Para estos días de asueto vamos a recomendar una miniserie de Netflix, hecha en Brasil con extraordinaria calidad. El ADN del delito fue creada por Heitor Dhalia, Bernado Barcellos y Leonardo Levis. Esencialmente, es una serie policial y de acción, mucha acción, ambientada en la Triple Frontera, ese hermoso espacio geográfico donde convergen Brasil, Argentina y Paraguay. Como sabemos, esos parajes tienen una fama bien ganada de ser emporio del delito organizado. En este seriado, los agentes de la Policía Federal brasileña asentados en Foz de Iguazú deben investigar un gigantesco asalto, perpetrado por una organización que se mueve a conveniencia entre esa localidad y Ciudad del Este, en Paraguay. Poco a poco, la trama adquiere trazas de venganza, cuando se sabe que uno de los líderes de la banda, alias Sin Alma, había eliminado al compañero de uno de los protagonistas, Benicio (Rómulo Braga). Este delincuente, encarnado por Thomas Aquino, resulta no ser tan vil como su nombre lo indica. Y los policías, desde luego, tampoco son seres impolutos. De manera que agentes y hampones se mueven en terrenos a menudo confusos. El ADN del delito va captando la atención del espectador, no solo por ser una historia interesante. También tiene un tratamiento estético que sugiere una producción de gran alcance. Definitivamente, un buen motivo para un “maratón” navideño.